Estudio #15: La mujer
y el dragón
Apocalipsis capítulo 12:1-17
I.
Introducción
Como explicamos en el estudio anterior, en esta nueva visión, el apóstol Juan regresa nuevamente al principio de la historia
de la iglesia, narrando su lucha contra el dragón que representa a Satanás que
constantemente procura destruir
a los elegidos de Dios.
Veremos cómo esta lucha habrá de continuar hasta el tiempo del fin. Es
la batalla que vive la iglesia de
Jesucristo aquí en la tierra contra un enemigo que aunque ha sido vencido
en la cruz, hace lo posible por dañar a la iglesia, aunque esta es protegida y cuidada por Dios mientras
vive en el desierto,
que es este mundo hostil y pagano.
II. La mujer da a
luz su hijo
Esto que se nos presenta aquí en este capítulo no es algo nuevo. Desde Génesis
3:15 se nos presenta la lucha constante entre la simiente de la mujer y la simiente
de la serpiente. La mujer que da a luz es parte de
esa simiente escogida, representada por
la iglesia (Gál. 4:4). Recordemos
que María, la madre de nuestro Señor fue parte de esa iglesia en sus comienzos.
Aquí en la tierra, esa mujer puede parecer insignificante, merecedora de
desprecio. Pero desde la perspectiva celestial, la iglesia es toda gloriosa.
Está vestida del sol porque es gloriosa y exaltada. Debajo de sus pies está la
luna porque ella ejerce dominio.
Ella da a luz a su Hijo, la simiente
de la mujer; el que ha de regir
las naciones con vara de hierro. Esta expresión proviene de un salmo mesiánico, el Salmo 2:9. Y veremos
que se repite más adelante
en Ap. 19:15 refiriéndose al
Cristo glorioso y vencedor.
La segunda señal
que Juan ve es el dragón color
escarlata, o rojo subido. En su cabeza lleva siete
diademas, que indican su dominio mundial. Tiene una cola que arrastra a una tercera
parte de las estrellas
del cielo. Esto representa a la tercera parte de los ángeles que se rebelaron
contra Dios y se fueron tras Satanás. Este dragón intenta destruir a la mujer
que da a luz al niño, pero no logra su propósito porque es protegida.
Finalmente el hijo de la mujer, Jesucristo, fue arrebatado para Dios y para su
trono, habiendo cumplido su propósito
en la tierra. ¿Qué sucede con la mujer?
Dios le da refugio en el desierto por 1260 días. Recordemos que
este período simbólico representa el tiempo
largo en que la tierra
está en el mundo en tiempos difíciles pero bajo la protección y el cuidado
de Dios. Este
es el tiempo en que
estamos ahora. El desierto representa, como en los días del pueblo de
Israel en el desierto, nuestro peregrinaje en el mundo camino a la Canaán celestial.
El dragón sigue persiguiendo a la mujer (iglesia), pero no logra destruirla.
III. El dragón es derrotado y lanzado fuera
Ahora en los versículos 7-12 vemos esta visión donde hay una batalla
celestial entre Miguel y los ángeles de Dios contra el dragón y sus ángeles.
Habiendo Cristo vencido al dragón (Satanás) en la cruz por medio de su
sacrificio, es lanzado fuera del cielo y ya no puede ir allí a acusar a los creyentes
(Job. 1:6-8). No quiere decir que Satanás ha
dejado de perseguir a los redimidos y acusarlos, pero ya su acusación
no tiene cabida en el cielo porque ahora los creyentes están cubiertos con la
justicia de Cristo. Ya Satanás no
puede acusar a un cristiano delante de Dios, porque ha sido echado fuera y vencido.
Pero no solo Cristo ha vencido al dragón por medio de su sangre vertida en la cruz, sino que los
que han creído en él también son vencedores.
Ellos, la iglesia, vencen sobre Satanás por medio de la sangre del Cordero y por medio
de la Palabra de Dios como testimonio. Esto confirma la verdad ya
revelada de que la Palabra predicada es como
una espada aguda
que destruye las obras del diablo y sus ángeles. La voz del cielo que Juan
escucha anuncia esa victoria de Cristo en la
cruz del Calvario: “Entonces oí una gran
voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido
la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios,
y la autoridad de su Cristo;
porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los
acusaba delante de nuestro Dios día y noche.” (v. 10).
Es importante entender esto porque hoy día algunos cristianos pretenden darle
mayor poder y autoridad al diablo del que posee.
Todo creyente ha sido librado
de la potestad de las tinieblas y toda maldición no importa si fuese heredada o
adquirida es cancelada totalmente por medio de la sangre de Cristo. Todo cristiano adquiere mediante su
conversión y nuevo nacimiento, una cobertura espiritual que le guarda
del maligno (1 Jn. 5:18). Satanás sigue tentando y acusando
la conciencia de los creyentes, pero no tiene poder ni autoridad
sobre ellos porque Cristo lo venció
y le despojó en la cruz.
IV. La ira del dragón
contra la descendencia de la mujer.
Como hemos visto, el dragón ha sido derrotado, pero todavía no ha sido lanzado
al lago de fuego. Fue vencido por Cristo, pero aún por un
tiempo intentará por todos los medios a su disposición pelear contra la
descendencia de la mujer, que es la iglesia de Cristo esparcida por toda la faz
de la tierra.
En este versículo 12 tenemos
una expresión de lamento contra el
mundo que no está protegido bajo la cobertura de Cristo. La iglesia está
guardada, pero aquellos que no le pertenecen al Cordero, están totalmente desprovistos de protección alguna.
Nos dice el pasaje: “¡Ay de
los moradores de la tierra
y del mar! porque el diablo ha descendido
a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.”
Satanás sabe muy bien que le resta poco tiempo porque su día se acerca. Pero ha decidido que antes de
que eso ocurra debe llevar a la destrucción a los más que pueda que no tienen
la marca del Cordero. Como vimos anteriormente en la descripción del templo que
es medido, unos están protegidos, pero los del atrio, los que son religiosos pero no
tienen el sello de Dios, están a merced del poder del dragón.
Aún los sellados, los que son de Cristo, su iglesia gloriosa, son
perseguidos y el dragón intentará destruirlos, pero siempre
que lo hace la mujer es ayudada. No logra Satanás
su cometido y por ello aumenta
su ira cada día contra
la iglesia de Cristo. La mujer es sustentada en el
desierto por tiempos, tiempo y la mitad de un tiempo; esto como vimos es
lo mismo que los 1260 días y es el período de la iglesia
peregrinando en el mundo. Pero no olvidemos que al final por un corto
tiempo se le dará permiso y
autoridad a Satanás contra la iglesia y parecerá que la ha logrado destruir por completo.
En el versículo 17 vemos que el dragón se llena de ira contra la mujer y decide irse a hacer
guerra contra ella y su descendencia. ¿Cuál es
esa descendencia? Todos nosotros
y los redimidos que están
dispersos por todo el mundo. Es en ese período en el que ahora nos encontramos.
En una guerra constante contra el dragón y sus
ángeles.
Preguntas de Repaso
1. ¿Qué representa la mujer que da a luz a su hijo?
2. ¿Qué representa el dragón escarlata?
3. ¿Qué representa el período de 1260 días donde la mujer
es sustentada en el desierto?
4. ¿Qué logró la victoria de Cristo en la cruz sobre Satanás?
5. ¿Por medio de qué los redimidos de Dios han vencido a Satanás?
6. ¿Qué significado tiene la lucha de Satanás contra la
descendencia de la mujer?
7. ¿Qué sucederá con Satanás al final del período
simbólico de 1260 días?
8. ¿En qué período nos encontramos ahora los creyentes en
el mundo?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario