miércoles, 22 de marzo de 2017

Estudio #15: La mujer y el dragón Apocalipsis capítulo 12:1-17

Estudio #15: La mujer y el dragón

Apocalipsis capítulo 12:1-17


I.   Introducción
Como explicamos en el estudio anterior, en esta nueva visión, el apóstol Juan regresa nuevamente al principio de la historia de la iglesia, narrando su lucha contra el dragón que representa a Satanás que constantemente procura destruir a los elegidos de Dios. Veremos cómo esta lucha habrá de continuar hasta el tiempo del fin. Es la batalla que vive la iglesia de Jesucristo aquí en la tierra contra un enemigo que aunque ha sido vencido en la cruz, hace lo posible por dañar a la iglesia, aunque esta es protegida y cuidada por Dios mientras vive en el desierto, que es este mundo hostil y pagano.

II.  La mujer da a luz su hijo
Esto que se nos presenta aquí en este capítulo no es algo nuevo. Desde Génesis 3:15 se nos presenta la lucha constante entre la simiente de la mujer y la simiente de la serpiente. La mujer que da a luz es parte de esa simiente escogida, representada por la iglesia (Gál. 4:4). Recordemos que María, la madre de nuestro Señor fue parte de esa iglesia en sus comienzos. Aquí en la tierra, esa mujer puede parecer insignificante, merecedora de desprecio. Pero desde la perspectiva celestial, la iglesia es toda gloriosa. Está vestida del sol porque es gloriosa y exaltada. Debajo de sus pies está la luna porque ella ejerce dominio.

Ella da a luz a su Hijo, la simiente de la mujer; el que ha de regir las naciones con vara de hierro. Esta expresión proviene de un salmo mesiánico, el Salmo 2:9. Y veremos que se repite más adelante en Ap. 19:15 refiriéndose al Cristo glorioso y vencedor.

La segunda señal que Juan ve es el dragón color escarlata, o rojo subido. En su cabeza lleva siete diademas, que indican su dominio mundial. Tiene una cola que arrastra a una tercera parte de las estrellas del cielo. Esto representa a la tercera parte de los ángeles que se rebelaron contra Dios y se fueron tras Satanás. Este dragón intenta destruir a la mujer que da a luz al niño, pero no logra su propósito porque es protegida. Finalmente el hijo de la mujer, Jesucristo, fue arrebatado para Dios y para su trono, habiendo cumplido su propósito


en la tierra. ¿Qué sucede con la mujer? Dios le da refugio en el desierto por 1260 días. Recordemos que este período simbólico representa el tiempo largo en que la tierra está en el mundo en tiempos difíciles pero bajo la protección y el cuidado de Dios. Este es el tiempo en que estamos ahora. El desierto representa, como en los días del pueblo de Israel en el desierto, nuestro peregrinaje en el mundo camino a la Canaán celestial. El dragón sigue persiguiendo a la mujer (iglesia), pero no logra destruirla.

III.  El dragón es derrotado y lanzado fuera

Ahora en los versículos 7-12 vemos esta visión donde hay una batalla celestial entre Miguel y los ángeles de Dios contra el dragón y sus ángeles. Habiendo Cristo vencido al dragón (Satanás) en la cruz por medio de su sacrificio, es lanzado fuera del cielo y ya no puede ir allí a acusar a los creyentes (Job. 1:6-8). No quiere decir que Satanás ha dejado de perseguir a los redimidos y acusarlos, pero ya su acusación no tiene cabida en el cielo porque ahora los creyentes están cubiertos con la justicia de Cristo. Ya Satanás no puede acusar a un cristiano delante de Dios, porque ha sido echado fuera y vencido.

Pero no solo Cristo ha vencido al dragón por medio de su sangre vertida en la cruz, sino que los que han creído en él también son vencedores. Ellos, la iglesia, vencen sobre Satanás por medio de la sangre del Cordero y por medio de la Palabra de Dios como testimonio. Esto confirma la verdad ya revelada de que la Palabra predicada es como una espada aguda que destruye las obras del diablo y sus ángeles. La voz del cielo que Juan escucha anuncia esa victoria de Cristo en la cruz del Calvario: “Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.” (v. 10).

Es importante entender esto porque hoy día algunos cristianos pretenden darle mayor poder y autoridad al diablo del que posee. Todo creyente ha sido librado de la potestad de las tinieblas y toda maldición no importa si fuese heredada o adquirida es cancelada totalmente por medio de la sangre de Cristo. Todo cristiano adquiere mediante su conversión y nuevo nacimiento, una cobertura espiritual que le guarda


del maligno (1 Jn. 5:18). Satanás sigue tentando y acusando la conciencia de los creyentes, pero no tiene poder ni autoridad sobre ellos porque Cristo lo venció y le despojó en la cruz.

IV. La ira del dragón contra la descendencia de la mujer.

Como hemos visto, el dragón ha sido derrotado, pero todavía no ha sido lanzado al lago de fuego. Fue vencido por Cristo, pero aún por un tiempo intentará por todos los medios a su disposición pelear contra la descendencia de la mujer, que es la iglesia de Cristo esparcida por toda la faz de la tierra.

En este versículo 12 tenemos una expresión de lamento contra el mundo que no está protegido bajo la cobertura de Cristo. La iglesia está guardada, pero aquellos que no le pertenecen al Cordero, están totalmente desprovistos de protección alguna. Nos dice el pasaje: “¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.”

Satanás sabe muy bien que le resta poco tiempo porque su día se acerca. Pero ha decidido que antes de que eso ocurra debe llevar a la destrucción a los más que pueda que no tienen la marca del Cordero. Como vimos anteriormente en la descripción del templo que es medido, unos están protegidos, pero los del atrio, los que son religiosos pero no tienen el sello de Dios, están a merced del poder del dragón.

Aún los sellados, los que son de Cristo, su iglesia gloriosa, son perseguidos y el dragón intentará destruirlos, pero siempre que lo hace la mujer es ayudada. No logra Satanás su cometido y por ello aumenta su ira cada día contra la iglesia de Cristo. La mujer es sustentada en el desierto por tiempos, tiempo y la mitad de un tiempo; esto como vimos es lo mismo que los 1260 días y es el período de la iglesia peregrinando en el mundo. Pero no olvidemos que al final por un corto tiempo se le dará permiso y autoridad a Satanás contra la iglesia y parecerá que la ha logrado destruir por completo.

En el versículo 17 vemos que el dragón se llena de ira contra la mujer y decide irse a hacer guerra contra ella y su descendencia. ¿Cuál es esa descendencia? Todos nosotros y los redimidos que están dispersos por todo el mundo. Es en ese período en el que ahora nos encontramos. En una guerra constante contra el dragón y sus ángeles.


Preguntas de Repaso


1.  ¿Qué representa la mujer que da a luz a su hijo?
2.  ¿Qué representa el dragón escarlata?
3.  ¿Qué representa el período de 1260 días donde la mujer es sustentada en el desierto?
4.  ¿Qué logró la victoria de Cristo en la cruz sobre  Satanás?
5.  ¿Por medio de qué los redimidos de Dios han vencido a  Satanás?
6.  ¿Qué significado tiene la lucha de Satanás contra la descendencia de la mujer?
7.  ¿Qué sucederá con Satanás al final del período simbólico de 1260 días?

8.  ¿En qué período nos encontramos ahora los creyentes en el mundo?

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