Ningún libro de las Sagradas
Escrituras ha sido motivo de tantas
controversias y diferencias teológicas como el libro de Apocalipsis o
Revelaciones. Al echar una ojeada a este libro podemos
darnos cuenta del porqué de
tales discrepancias. La gran cantidad de imágenes, visiones, números
y elementos simbólicos hacen de este libro uno muy
singular. Pero no solamente uno singular, sino también difícil de interpretar. Fue escrito para dar consolación y esperanza a los cristianos que sufrieron una de las más cruentas y encarnizadas persecuciones de la historia de la iglesia cristiana, bajo el emperador
Diocleciano. Pero como palabra
inspirada de Dios, este libro ha sido y será siempre de gran consuelo
y esperanza para todos los creyentes que vivimos en un
mundo caído donde impera la maldad y la injusticia. Sabemos que a pesar de las
persecuciones, el rechazo y los tropiezos que los hijos de Dios tengamos
que enfrentar, el Cordero ya ha vencido
y al final podrá a todos
sus enemigos por estrado de sus pies.
Algunos intérpretes consideran que este libro
solamente se limita a las cosas que sucedieron y
vivieron los cristianos bajo la Roma imperial
de la última parte del
primer siglo. Este
es el llamado “enfoque
preterista”. Los preteristas sostienen que este libro no contiene ninguna profecía que anuncia eventos que
habrán de suceder en el futuro. Al otro extremo tenemos
a los intérpretes que afirman
que Apocalipsis en un libro totalmente futurista. Es
decir, todo su contenido habla de eventos que habrán de suceder al final de los
tiempos. Considero que este libro es ambas cosas. Nos habla de eventos que
vivieron los cristianos del primer siglo,
pero también nos
muestra lo que
ha sucedido a lo largo de
toda la historia de la iglesia, hasta aquello que habrá de suceder cuando este
sistema existente llegue a su fin.
Otro error común de algunos ha sido el utilizar este libro como una especie
de oráculo para anticipar eventos
específicos. Hay quienes han utilizado los números
simbólicos de este libro y las imágenes de bestias y monstruos para adelantar
fechas y eventos aún por suceder. Este es un uso incorrecto de este libro. A
causa de esto muchos han errado en sus predicciones y peor aún, han hecho errar
a aquellos que les siguen.
Finalmente están aquellos que entienden que lo mejor es alejarse de este libro y evitar
darle mucha importancia por lo complicado
de su
interpretación y su temática para muchos atemorizante. Sin embargo,
en este libro
de Apocalipsis Dios mismo dejó un aviso
al inicio y al final del mismo, de que serán bienaventurados
aquellos que leen, oyen y guardan las palabras de la profecía de este libro
(Apoc. 1:3, 22:7). En ninguna parte de la Biblia encontramos esta insistencia
de Dios para que se tome en cuenta
un libro, aunque
sabemos que toda la
Escritura es inspirada y útil para instruir. Otros le restan
importancia al libro de Apocalipsis porque
entienden que no es un libro que
tenga valor práctico para el
cristiano ni para las iglesias. Nada más lejos de la verdad. Este es un libro
repleto de valiosas enseñanzas y principios muy prácticos para la iglesia de
Cristo y para cada creyente.
Finalmente, no pretendo en este trabajo redactar un comentario de este
maravilloso libro de Apocalipsis. Hay excelentes y profundos comentarios disponibles para el estudioso de la Biblia.
En este material hago una recopilación de una serie de estudios
bíblicos que ofrecí en la Iglesia
Bíblica Emanuel de Santa Isabel, Puerto Rico, donde sirvo al Señor como
pastor desde el 1994.
Estos estudios son una guía general para la comprensión más sencilla
posible de los diversos capítulos del libro de Revelaciones. Recomiendo a los que han de estudiar este
libro, los siguientes comentarios: Más que vencedores, de William Hendriksen, y Apocalipsis: un cántico
triunfal, de Siegbert
W. Becker. Considero que para el estudiante
de pensamiento reformado, ambos libros son
excelentes. También
puede ser muy útil el libro Escatología Bíblica
de José Grau, del Curso de formación Teológica Evangélica.
Por último, de ninguna manera pretendo implicar que estos estudios representan la única
y verdadera interpretación de Apocalipsis. Durante siglos los cristianos no han estado de
acuerdo en la interpretación de este libro;
no creo que estos estudios
puedan resolver estas
discrepancias. Lo que sí estoy plenamente convencido es que el enfoque dualista
que separa en dos pueblos
distintos a los herederos de la promesa, no es el enfoque bíblico
correcto. Hay una sola Israel espiritual, un solo rebaño, una sola iglesia
compuesta por judíos y gentiles que llevan
consigo la circuncisión espiritual, no hecha
a mano en la carne. Ese es el verdadero Israel de Dios, y a él pertenecen todos los que han sido injertados en la simiente santa.
Por mucho tiempo
muchos fuimos indoctrinados a pensar en estos
términos de dicotomía. Creíamos que estábamos siguiendo la Biblia cuando en
realidad seguíamos las ideas y pensamientos de los que crearon el sistema dispensacionalista durante en siglo XIX en Escocia.
Hoy muchos somos libres de este esquema
impuesto y hemos vuelto a lo que enseñaron y proclamaron los
apóstoles, los padres de la iglesia y los reformadores. Romper con este esquema
toma tiempo y puede ser bastante difícil
para algunos. Por tal razón
incluyo en este material
el análisis del hermano Jorge Trujillo que considero resume
de manera sencilla las características del sistema dispensacionalista. José Grau lo analiza de manera excelente en su libro
de Escatología Bíblica, que recomiendo igualmente.
Espero estos estudios sean de
bendición para usted y su iglesia.
Pastor
René X. Pereira
El Dispensacionalismo ¿Es una Verdad Bíblica?
Por Jorge L. Trujillo
El dispensacionalismo es un método
de interpretación de la Biblia muy popular dentro de la iglesia
evangélica moderna. Si usted es cristiano
evangélico es muy probable
que haya oído hablar del dispensacionalismo. Si usted es “dispensacionalista”, quizás se sorprenda saber que tal interpretación de
la Biblia no es aceptada por muchos de
los más grandes teólogos cristianos evangélicos; es más, para muchos este sistema
de interpretación es considerado como una grave desviación de la verdad tal como ha sido
revelada en La Palabra de Dios. Bueno, no se sienta mal por eso, ni levante sus
defensas de manera que no pueda recibir lo que aquí le hemos de presentar.
Puede ser que usted lleve muchos años creyendo este método de interpretación y quizás aun enseñándolo a otros y no cree posible
que ahora después
de tanto tiempo, se le diga que tal interpretación
es un error. Solamente le invitamos
a que escudriñe y considere lo que le hemos de presentar y deje que sea el mismo Espíritu Santo de Dios quien
le guíe a entender lo que la Palabra claramente enseña, no queremos ser
ostentosos, pero quizás llegue usted a conocer la verdad por medio de este
artículo. Quizás usted no es dispensacionalista o nunca ha oído siquiera hablar
de este tema, a lo mejor es un nuevo estudiante de la Biblia y solo quiere
aprender mas de lo que Dios
enseña en su Palabra. Bueno, sea cual sea su antecedente
doctrinal, esperamos que este corto
análisis al dispensacionalismo le ayude a abrir sus
ojos espirituales para ver la verdad tal como nos ha sido dada en las
Escrituras. Ahora, antes de continuar con nuestro
estudio sobre el “dispensacionalismo” sería bueno
proveer alguna definición de lo que es y también algún fondo histórico respecto a este sistema.
Orígenes del dispensacionalismo
El dispensacionalismo es
en realidad algo nuevo dentro el
cristianismo.
Aunque algunos autores han querido trazar una línea de pensamiento que va a
través de toda la historia de la iglesia aun hasta San Agustín como persona que tenía
principios de interpretación dispensacionalistas, eso en sí no prueba
nada. Los reformados también llevan una línea de pensamiento en la que se incluye a
San Agustín como participe de una idea de pensamiento pactal. En verdad
éste
método de
interpretación tiene sus orígenes de acuerdo con todos los historicistas cristianos,
en los años 1827-1832. Fue formulado por el predicador Irlandés John Nelson Darby, popularizado por la Biblia de
Referencia Scofield (1909) y por numerosas conferencias Bíblicas, y es enseñado
en la mayoría de los colegios bíblicos
en Norte América.”
Definición del
Dispensacionalismo
Definición facilitada por Matthew Slick del Ministerio de Apologética e
Investigación Cristiana (MAIC):
“En la Biblia Anotada de Scofield se define una dispensación como “un
período de tiempo durante el cual el hombre es probado con respecto a alguna revelación específica de la
voluntad de Dios” (Ed. Española
1981, Pág. 4, nota a Génesis. 1:27) en la Nueva Biblia Anotada de
Scofield (NKJV Ed. 1989) se precisa “es probado con respecto a su obediencia a
alguna revelación...” (cursivas por Matthew Slick.)
El dispensacionalismo es un sistema teológico que subraya que Dios ha empleado diferentes medios de administración de Su voluntad y Su gracia en diferentes
períodos. Sin embargo, lo distintivo del dispensacionalismo es que sostiene
que Israel como nación y la Iglesia como cuerpo de Cristo, no forman
un único pueblo de Dios, sino dos pueblos con profecías, promesas y destinos
diferentes. Según Scofield hay siete dispensaciones:
Inocencia, conciencia, gobierno civil,
promesa, ley, gracia y reino.
Los dispensacionalistas interpretan la Biblia sobre la base de estas u otras
supuestas dispensaciones. Debe notarse que en la Biblia, la palabra
“dispensación”, que proviene del latín dispensare, distribuir, traduce dos vocablos griegos, diakonia o servicio (2 Corintios 3:7-9) y oikonomia
o administración, comisión, encargo (1 Corintios 9:17; Efesios 1:10; 3:9; Col.
1:25.) Nunca significa un “período de tiempo”.
Análisis del
dispensacionalismo
Habiendo provisto algo
sobre la historia y la definición
del dispensacionalismo, procederemos a evaluar
a la luz de la Biblia
algunas de las declaraciones y “suposiciones” de este sistema
de interpretación.
El dispensacionalismo viene en distintos tonos y variedades, existen aquellos
que siguiendo el sistema clásico
introducido por John Darby
y continuado por Scofield
mantienen que existen
siete dispensaciones:
1.
Inocencia - Adán hasta la caída
2.
Conciencia - Desde la caída hasta Noe
3.
Gobierno Humano - Desde el
diluvio hasta Abraham
4.
La Promesa - Desde Abraham hasta Sinaí
5.
La Ley - Desde Sinaí hasta la cruz
6.
Gracia - Desde la cruz hasta la
segunda Venida
7.
El Reino - Mil años desde la Segunda Venida hasta el Reino Eterno
Algunos dispensacionalistas añaden
una dispensación entre
el rapto (siete años antes de la Segunda
Venida) y el comienzo
del milenio (en la
segunda venida.) Aunque la vasta mayoría de los dispensacionalistas ven el
comienzo de la Iglesia en Hechos 2, en el día de Pentecostés, otros no ven el comienzo de la Iglesia
allí sino que lo ven a la mitad de Hechos, en Hechos 9 (con la conversión de Pablo) ó Hechos 13 (donde
Pablo predica su primer mensaje), ellos enseñan que
el primer miembro del cuerpo de Cristo
(la Iglesia), fue el apóstol
Pablo. Otros dispensacionalistas enseñan que la Iglesia no comenzó
sino hasta Hechos
28 donde Pablo escribió su primera carta y por lo tanto ven otra
dispensación, junto con los dispensacionalistas de Mitad de Hechos, algo así como el comienzo del reino, desde
la cruz hasta
el ministerio de Pablo, donde en verdad, según ellos
interpretan, es que comienza la dispensación
de la Gracia. Este tipo de interpretación dispensacionalista (de Hechos 28) ha sido promovido por hombres como E. W. Bullinger (famoso por su ‘Companion
Bible’) y Charles H. Welch.
Los dispensacionalistas de “Mitad de Hechos” se identifican como “Dispensacionalistas Bereanos” y los de Hechos 28 se identifican como “Dispensacionalistas Paulinos” pero estos (ambos) son llamados
“Hiper- dispensacionalistas” por los dispensacionalistas
Clásicos (Darby/ Scofield.) En
adición a esto, muchos “Dispensacionalistas Paulinos” niegan la necesidad del bautismo en agua ni el partimiento de la Santa Cena ó Comunión. Ellos no ven que
estos sacramentos (ordenanzas) sean para la iglesia (la novia de Cristo), sino que pertenecen a los judíos como los participes del Reino. Los
“Dispensacionalistas Paulinos” tienden a descartar total o parcialmente
aquellas cartas que no hayan sido escritas por el Apóstol
Pablo. Las cartas de Santiago,
Pedro, Juan y Judas
son descartadas. La carta a los Hebreos,
la cual es considerada
como anónima por la mayor parte de los catedráticos bíblicos, se le atribuye al Apóstol Pablo y es aceptada por ellos. El libro de Hechos y los Evangelios son considerados
solamente históricos, no doctrinales.
Bueno,
esto es solo la “punta del témpano”, hay mucho, mucho mas que dicen los
dispensacionalistas quienes no llegan a estar de acuerdo aun dentro de ellos mismos.
Los intérpretes de éste sistema
basan sus conclusiones en (según ellos) una
interpretación llana y literal de la Biblia y toman varias porciones
del Nuevo Testamento (los Evangelios, Hechos y Apocalipsis) y lo aplican a Israel y no a la Iglesia.
Por ejemplo, el dispensacionalismo
Clásico (Darby/ Scofield) sostiene que las enseñanzas de Jesús en el Sermón del
Monte (Mateo 5-8), no tienen nada que ver con la Iglesia sino que tienen que ver con la conducta
del futuro Reino
Milenario. Se hace diferencia entre el Evangelio de la Gracia
y el Evangelio del Reino.
Ellos sostienen que este último evangelio (del reino) no es para la era
de la Iglesia sino que ese será predicado durante
el tiempo venidero
de siete años de la tribulación, después que la Iglesia halla
sido arrebatada al cielo y antes del comienzo
del Reino Milenario
en la tierra (el fin del
mundo actual), etc. también se hace una distinción entre el Reino de Dios y el Reino
de Cristo como dos cosas separadas, el primero perteneciendo a los Judíos y el segundo a la Iglesia.
Otra diferencia que se hace es entre el “Día del Señor” (supuestamente después
de la Tribulación) y el “día de Cristo” (el rapto, antes de la Tribulación.)
Pero, aunque existen
varias escuelas de interpretación dentro
del dispensacionalismo (como hemos visto), existe algo que sí mantienen y creen todos los dispensacionalistas y lo cual los une unos entre
sí. A continuación tenemos una lista resumida en
tres puntos, de las principales
creencias de todo sistema Dispensacionalista:
La separación (o
distinción) entre Israel y la Iglesia. Estos son dos grupos apartes
que no tienen que ver nada el uno con el otro.
La Iglesia fue un misterio
escondido del cual no se habla nada en el Antiguo Testamento y es un paréntesis
en el trato de Dios con su pueblo. Los santos del Antiguo Testamento (todas las
dispensaciones pasadas y los que mueran en el tiempo de la gran tribulación)
tienen un destino final distinto (terrenal) al de los del Nuevo
Testamento la iglesia
(celestial.).
Un rapto
pretribulacional. La Venida de Cristo está divida en dos partes, primero el rapto y siete años
después la Segunda Venida visible. La
semana número setenta de Daniel se refiere específicamente a una limpieza de la nación
de Israel, y no a la Iglesia. Estas fueron
las palabras claras habladas
por Daniel. Israel es visto en Daniel como el jugador clave durante la
tribulación. La Iglesia no necesita ser limpiada de sus
pecados. Ya está limpia.
Algunas de las advertencias en Mateo 24 son dirigidas a los Judíos,
no a la Iglesia (ya que Dios estará terminando su plan con el Israel nacional.) (Dios remueve los elegidos
cuando trae juicio al mundo. Ej. Noe, Juan 14).
Nota: (Existe un nuevo desarrollo dentro del dispensacionalismo conocido como
“Dispensacionalismo Progresivo” (1986), el cual no obliga un rapto pretribulacional,
muchos en ésta escuela de
interpretación tienden a ser postribulacionistas).
Premilenarismo: La nación de Israel debe de ser reunida a su tierra como está prometido
en los pactos (si son interpretados literalmente). Cristo ha de Reinar
por mil años desde la Jerusalén terrenal
después de su Segunda Venida. Revelación 20 no da razón alguna
para interpretar los 1000 años como
simbólicos. Cristo No está reinando todavía en el trono de David — La promesa
hecha a David no se ha cumplido y se cumplirá en el futuro Reino Milenario. En
el Milenio se cumplirán las promesas de recibir
la tierra, las cuales Dios no ha cumplido a su Pueblo todavía. El Nuevo Pacto prometido
a Israel no se ha cumplido aún. Se ha de cumplir en el futuro reino milenario
con el Pueblo de Israel.
En resumen esa es la doctrina
dispensacionalista.
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