Estudio #20: El final de Babilonia y el regocijo celestial
Apocalipsis capítulo
18-19:1-9
I. Introducción
En el estudio anterior estuvimos viendo la presentación del tercer enemigo
del Cordero, que se identifica como Babilonia, la madre de las rameras. Esta
ciudad simbólica que como vimos, representa el sistema mundano corrupto que persigue a los redimidos, recibe su juicio
y condenación de parte de Dios.
Ahora en el capítulo 18 veremos una descripción de la caída y final de Babilonia, que es dejada
desolada y desaparece su influencia y hegemonía en el mundo.
También estudiaremos el capítulo 19 donde Juan tiene otra visión
de los redimidos en el cielo, la gran multitud, que exaltan y adoran al Cordero
de Dios porque finalmente la gran ramera, Babilonia, ha sido juzgada y ha recibido su justo castigo por su maldad.
II. Cómo cae la gran Babilonia
Los historiadores reconocen que
los grandes imperios que alcanzan
poder y gloria
en el mundo terminan destruyéndose a sí mismos
porque se pudren desde su interior. Así sucedió con la antigua Roma. Al pasar
de los años el poderoso
Imperio Romano se fue corroyendo y pudriendo desde adentro.
La familia romana
que era sólida
al principio, se fue deteriorando. La promiscuidad, los vicios, el homosexualismo y la crisis de los valores
morales que Roma
atesoraba, se fueron
perdiendo en una cultura
que se fue hundiendo en el caos,
los vicios y los juegos. Lo mismo ha sucedido con otras
naciones poderosas, y tenemos un ejemplo en los Estados Unidos.
Según se han ido echando
a un lado los principios
que sirvieron de base para una nación fuerte y estable, la nación americana se
ha ido debilitando desde adentro.
En el versículo 2 del capítulo
18 leemos las palabras que exclama
el ángel que anuncia la caída de la gran Babilonia: “Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho
habitación de demonios
y guarida de todo espíritu
inmundo, y albergue de toda ave inmunda
y aborrecible.” Fíjate que claramente nos dice el
porqué
de su ruina. Se convirtió en habitación de todo lo inmundo y aborrecible. Habla de animales
inmundos, pero en realidad esto se refiere a que la ciudad
le abrió las puertas a lo inmundo
y esto precipitó su destrucción. Vemos más adelante que Dios mismo declara que “sus pecados han llegado hasta
el cielo y Dios se ha acordado
de sus maldades” (v. 5). Esto quiere decir que su maldad ha llegado a un
límite que Dios no tolerará. De la misma
manera los pueblos
cuando se corrompen,
llegan a un límite en el cual
Dios decide derramar su castigo.
Pero esta no es únicamente la causa de su ruina.
En el versículo 3 nos dice: “…y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia
de sus deleites.” Otra
característica de la gran Babilonia
lo es su gran riqueza y prosperidad comercial.
Apocalipsis describe con lujo de detalles
las mercancías riquísimas que trafica
Babilonia. Quiere decir
que el sistema de
Babilonia es un sistema que cautiva a las personas por los deleites, lujos y
materialismo que promueve. Su prosperidad material es lo que mantiene a las
personas bajo su influencia. Notemos que el versículo 11 nos dice: “Y los mercaderes de la tierra
lloran y hacen
lamentación sobre ella, porque ninguno compra más sus mercadería.” La tristeza de las personas
es porque ya no pueden
comprar lo que Babilonia ofrece.
Uno de los ganchos que Satanás ha utilizado para seducir a las personas
es el materialismo del mundo. Recordemos que con esto pretendió tentar a Jesús en el desierto, ofreciéndole oro, plata y bienes
materiales. Vemos que hoy día esa ambición por lo material
y el poseer cosas es lo que mueve principalmente los corazones de las
personas. Tenemos que decir que aún
muchos cristianos han sucumbido a las tentaciones de la gran Babilonia.
Babilonia se sentía muy cómoda y segura en su propia opulencia. Observemos sus palabras en el
versículo 7: “…porque dice en su corazón: Yo estoy
sentada como reina,
y no soy viuda, y no veré llanto;
por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte,
llanto y hambre,
y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga.” El juicio y
castigo de Babilonia será de repente e inesperado. El verso 14 anuncia
que luego de estar acostumbrada a tanta riqueza
y prosperidad, la gran Babilonia sufrirá pobreza y escasez: “Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado,
y nunca más las hallarás.”
III. Las bodas del Cordero
Ahora Juan, después de esta visión ve a los redimidos regocijándose en
los cielos porque finalmente el justo castigo ha sido derramado sobre la gran
ramera. En el trono de Dios, los 24 ancianos (la iglesia) y los cuatro seres
vivientes se postran delante de Dios y le rinden adoración porque al fin se ha
cumplido lo que fue anunciado sobre el mundo.
Ahora en el versículo
6 Juan escucha
la voz de una inmensa
multitud y como la voz de
grandes truenos que declara, “¡Aleluya,
porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!
Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del
Cordero, y su esposa se ha preparado.” La iglesia, que es la novia del
Cordero, se regocija y anuncia que han llegado las bodas del Cordero y se ha
preparado.
Notemos que mientras
la ramera se lamenta porque ha sido abandonada y desolada pues ya nadie se interesa en ella, la
novia del Cordero, la Iglesia, se goza y se deleita porque el día de su boda ha
llegado. Es un claro contraste aquí. Claro está, esta es una boda simbólica que representa el encuentro y unión entre Cristo y aquellos a quienes él compró con su sangre
preciosa. Al igual que en aquellos tiempos la desposada se preparaba y ataviaba
para recibir al novio en una procesión nupcial,
Juan ve a la iglesia
como una novia
preparada y vestida de las
mejores galas para recibir a su novio.
Esa vestimenta de
la novia es espiritual. El
lino fino y resplandeciente es la vestimenta de la justicia de Cristo que cubre a
todos los redimidos que componen
la iglesia del Señor. Esa justicia de Cristo produce a su vez en los
creyentes acciones justas, porque es el fruto del nuevo nacimiento. La novia
del Cordero está preparada no porque se lo ha ganado por sus méritos, sino
porque sus ropas fueron emblanquecidas en la sangre de Cristo.
Ahora en el verso 9 Juan escucha al ángel decir que son bienaventurados los llamados a formar parte
de estas bodas
del Cordero. No hay mayor
bienaventuranza que el ser incluidos en esas bodas maravillosas. Al escuchar
esto, Juan se postra delante del ángel para adorarle. Pero el ángel le detiene
porque él no es digno de recibir adoración. Los ángeles de Dios son siervos
como nosotros. Ellos no
admiten
adoración porque reconocen que solamente Dios puede ser adorado. Los ángeles son criaturas de Dios, inferiores a él, al igual que nosotros; no podemos olvidar
esto.
Preguntas de Repaso
1. ¿Qué nos describe este capítulo 18 de Apocalipsis?
2. ¿De qué manera se asemeja la caída de Roma con la
caída de todos los imperios a lo largo de la
historia?
3. ¿Cuál es la razón que da el ángel para la caída de la gran Babilonia?
4. ¿Qué otra característica de la gran Babilonia mantiene
a las personas bajo su influencia?
5. ¿Por qué Babilonia se sentía segura en sí mmisma?
6. ¿A dónde se traslada ahora la vvisión de Juan?
7. ¿Por qué se regocija la gran multitud reunida en el cielo?
8. ¿Cuál es el contraste entre la novia del Cordero y la
ramera en la tierra?
9. ¿Cómo Juan ve a la iglesia dispuesta para recibir
al novio?
10. ¿Qué signifficado tiene la vestimenta de la iglesia,
novia del Cordero?
11. ¿Por qué el ángel detiene a Juan cuando se dispone a
postrarse delante de él?
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