miércoles, 22 de marzo de 2017

Estudio #5: Mensaje a Laodicea Apocalipsis capítulo 3:14-22

Estudio #5: Mensaje a Laodicea

Apocalipsis capítulo 3:14-22


I.  El mensaje a Laodicea
Laodicea era la ciudad más opulenta de las siete que había en Asia. Se le conocía por su banca industrial, la manufactura de lana y la escuela de medicina que producía un medicamento para los ojos, el Colirio. Pero la ciudad siempre tuvo un problema con el suministro de agua. En cierta oportunidad se construyó un acueducto para transportar agua a la ciudad desde manantiales de agua caliente. Pero cuando el agua llegaba a la ciudad, no estaba ni caliente ni fría, solo tibia. El sabor de esta agua no era muy agradable por su alto contenido de azufre. La iglesia había llegado a ser tan insípida como el agua tibia que llegaba a la ciudad.

Es interesante este mensaje a esta iglesia por el parecido que tiene con la iglesia típica de los países donde las iglesias tienen dinero, propiedades y se sienten muy conformes con su situación material, pero se han olvidado por completo de su situación espiritual. La condición espiritual de Laodicea era de tibieza espiritual. No era ni fría ni caliente; es decir, no estaban de lleno en el mundo, seguían en la iglesia, pero tampoco se preocupaban por servir a Dios y honrarle con sus vidas.

La riqueza, el lujo y la comodidad pueden convertir a las personas en confiadas y satisfechas de sí mismas. Pero por mucho que usted tenga, no tiene nada si no posee una relación vital con Cristo.

A Dios le repugnaba la actitud de tibieza de los laodicenses. La expresión “te vomitaré de mi boca” expresa el sentir de Dios con respecto a las actitudes de los creyentes de esta iglesia.

La iglesia de Laodicea se jactaba de su abundancia material. Al punto que ellos decían que no necesitaban de nada más. Medían su bendición a base de su situación económica. Es como si estuviésemos viendo a muchas iglesias que hoy día predican el evangelio de la prosperidad. Ellos se veían a mismos como ricos y satisfechos, pero


para Dios eran miserables, ciegos, pobres y desnudos. Dios no ve las cosas como las ve el mundo y muchas veces tampoco como nosotros las vemos. Las apariencias son engañosas.

En el verso 18 Dios comienza a darle su consejo a esta iglesia. Comprar de Él oro refinado significa “busca la verdadera riqueza que yo te ofrezco”, Jesús dijo, haceos tesoros en los cielos. Las vestiduras blancas significa, como hemos dicho, la santidad. Dios les estaba pidiendo que abandonaran su vida de codicia, el pecado de avaricia que había manchado sus vestiduras y que fuesen emblanquecidos (Zac. 3:1-5).

También Dios les pide que unten colirio en sus ojos. Quiere decir que habían perdido su visión espiritual. No estaban mirando las cosas desde la perspectiva de Dios, sino desde la perspectiva mundana.

Dios les recuerda que les ama, son su iglesia, por eso les reprende y castiga. No podemos olvidar que la reprensión de Dios tiene el propósito de corregirnos y evitar que nuestras vidas se arruinen. Dios no reprende y castiga por gusto o para vernos sufrir; al contrario, como un padre amoroso, se interesa en nuestras vidas (Heb. 12:6).

El versículo 20 es generalmente utilizado para hacer un llamado al arrepentimiento a los incrédulos. Realmente este pasaje se dirige a creyentes. El llamado aquí no es a ser salvos, sino a cenar con el Señor; quiere decir, a tener comunión con él.

La promesa es que aquellos que han sido fieles, tendrán un lugar especial junto al trono de Dios. La Palabra nos deja ver que si bien solo la sangre de Cristo nos garantiza entrar al cielo, no todo el mundo tendrá el mismo lugar. Parte de las recompensas de los fieles será el estar más cerca del Señor (Mt. 19:27-30).

Preguntas de Repaso


1.  ¿Qué situación económica tenía la ciudad de Laodicea?
2.  ¿Qué semejanza hay entre la situación de Laodicea y la de algunas iglesias en países desarrollados?
3.  ¿Cuál es el peligro de las iglesias que gozan de comodidades, riquezas y lujos?


4.  ¿Cuál era la actitud de la iglesia de  Laodicea?
5.  ¿En qué se parece la actitud de los miembros de Laodicea a la de las iglesias que promueven el llamado “evangelio de la prosperidad”?
6.  ¿Cuál es el consejo que Dios le da a esta iglesia?
7.  ¿Por qué Dios dice que reprende y castiga a los suyos?
8.  ¿Se debe aplicar el versículo 20 a los inconversos para llamarlos al arrepentimiento? ¿Por qué?

9.  ¿Qué se promete aquí a los que son fieles?

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