Estudio #22: El
reinado de los santos
Apocalipsis capítulo 20:1-10
I. Introducción
Si no hubiésemos estudiado este libro
de la manera en que lo
hemos hecho, de seguro tendríamos problemas con este capítulo de Apocalipsis. A raíz de este capítulo han surgido
diversas interpretaciones
de lo que llamamos la doctrina del milenio, o el reino
milenial de Cristo.
Los que creen en el dispensacionalismo interpretan este pasaje de manera
literal afirmando que en el futuro se va a establecer un reino terrenal que
literalmente durará mil años. Serán mil años donde Jesús gobernará
desde Jerusalén sobre la tierra, donde Satanás estará atado durante ese tiempo e Israel se convertirá en la capital
del mundo. Según
su interpretación, este reinado milenial ocurrirá después de la venida
de Cristo. Al final de estos mil años literales, Satanás volverá a ser soltado y reunirá
a las naciones nuevamente contra Israel y contra Cristo.
La realidad es que esta interpretación no va a tono con la exégesis del pasaje ni la naturaleza simbólica
del libro de Apocalipsis. Veremos
que estos mil años representan un período
largo de tiempo
donde Satanás está limitado
en su capacidad para hacer
daño, y corresponde al período en que
el evangelio se extiende en el mundo, o sea, la presente era cristiana.
II. ¿Dónde ocurre
el reinado de mil años?
En primer lugar, Apocalipsis 20:4 nos dice que Juan vio tronos donde se sentaron los que recibieron la capacidad para juzgar. Juan ve
las almas de los mártires y los que no adoraron a la bestia ni al falso
profeta. Note que Juan no vio cuerpos, sino almas. Esto obviamente ocurre en el cielo.
Estas personas aún no han resucitado corporalmente. Están reinando con Cristo
en el cielo, no en la tierra.
Durante este período, Satanás está simbólicamente atado. ¿Qué quiere
decir esto? No olvidemos que Cristo derrotó a Satanás en la cruz; le asestó un golpe mortal,
y libró a los escogidos
de la potestad de las
tinieblas. Su poder y su acción en este mundo están limitados por Dios mismo.
Esto no quiere decir que Satanás no está activo en el mundo. Claro que lo está; pero su
acción y su alcance se hallan restringidos
por Dios hasta que llegue el tiempo en que se le permita
hacer guerra
contra los santos,
y entonces por
un poco de tiempo atacará con furia a los creyentes. Esto
es lo que llamamos el período de la tribulación.
Esto concuerda con el texto
de 2 Tesalonicenses 2:7, “Porque ya está
en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado
de en medio. Y entonces
se manifestará aquel inicuo,
a quien el Señor matará
con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de
su venida.” Pablo no dice específicamente quién lo detiene, y algunos han
especulado con esto, pero lo importante aquí es que este misterio ya está en
acción, aunque a la misma vez hay
quien lo detiene. En este tiempo estamos viviendo
en este período que va desde la muerte de Cristo en la cruz y durará hasta que se le permita a Satanás
arremeter contra la iglesia.
Este período de
persecución será uno corto y terminará con la venida de Cristo.
Imaginemos a Satanás como un león amarrado con una larga cadena. Puede
hacer daño, puede
aún así devorar
a los que se le acercan.
Pero la cadena le limita en su radio de acción. Durante
este período así mismo
está Satanás. Pero en algún
momento que Dios mismo conoce, esa cadena será desatada por un
breve tiempo y el misterio de la iniquidad se manifestará en toda su magnitud. Ya hemos estudiado en estudios anteriores acerca de este período difícil
para aquellos creyentes que estén viviendo en el mundo.
III. La primera y la
segunda resurrección
En este capítulo también se nos
mencionan dos resurrecciones.
¿Cuáles
son y qué significan? La primera resurrección ocurre cuando una vida es regenerada. Por medio de la conversión, espiritualmente el
pecador nace de nuevo; resucita a una vida nueva con Cristo. Aunque luego muera
físicamente, esa muerte no interrumpe su vida
espiritual. Estará reinando con Cristo
en el cielo, en espera de su segunda resurrección. Esta segunda
resurrección ocurrirá en la venida de Cristo cuando
los muertos en Cristo resucitarán físicamente. Juan llama bienaventurados
y santos aquellos que experimentan
la primera resurrección porque la segunda muerte no tendrá potestad
sobre ellos.
¿Cuál es
la segunda muerte? La primera es la muerte física que experimentarán la mayoría
de los cristianos. La segunda muerte, en cambio, es el lago de fuego y azufre
que es el lugar de tormento y
separación eterna de Dios donde serán lanzados todos aquellos que no
creyeron en Cristo ni le recibieron; esto lo vemos claramente en el versículo 14.
Si usted es un creyente,
nacido de nuevo, es de esos
bienaventurados. Usted
ya está posicionalmente sentado en los lugares
celestiales con Cristo.
Por lo tanto, la segunda
muerte no tendrá poder
sobre usted porque su nombre ha sido inscrito en el libro de la vida del Cordero.
IV. Satanás es soltado de
su prisión
Como hemos dicho,
este período de apertura misionera, de avance del cristianismo no durará siempre.
Llegará a su fin antes de la venida gloriosa
de Cristo. Este será un tiempo particularmente duro y difícil para los creyentes fieles
que estén en la tierra.
Satanás reunirá a pueblos
y naciones bajo su mano para perseguir a los santos. Aquí se nos menciona en particular a dos naciones: a Gog y a Magog.
Si lo tomamos literal esto corresponde a Siria y a Turquía. Pero ya
hemos visto esto mismo en pasajes anteriores de Apocalipsis representando a
todas las naciones de la tierra y de hecho así lo indica el mismo pasaje.. Sin embargo, esto recuerda la persecución que sufrió Israel bajo los seléucidas en el corto reinado de
Antíoco Epífanes. Antíoco fue un general griego, que conquistó palestina unos
300 años antes de Cristo y vino con esas naciones y fue un período bien difícil
para los judíos. Juan echa mano de ese tiempo histórico como un símbolo de lo
que habrá de acontecer durante este período.
Juan menciona también que este gran ejército rodea a los santos y a la
ciudad amada. Pero esta no es la Jerusalén terrenal, sino que se refiere a la
persecución contra la iglesia del
Señor. Los dispensacionalistas toman esto de forma literal
y por eso hablan de una
guerra contra Israel en el tiempo de la tribulación, pero a la luz de la
enseñanza bíblica de que Dios de ambos pueblos (judíos y gentiles creyentes) hizo uno solo, un solo rebaño
y un solo pastor, esta interpretación
carece totalmente de sentido.
Esta visión termina con la repentina venida de Cristo donde son
consumidos todos los enemigos de la iglesia
y Satanás el engañador es lanzado al lago de fuego y azufre para
ser atormentados por toda la eternidad.
En la próxima lección seguiremos estudiando este interesante capítulo 20
de Apocalipsis y veremos la visión del gran trono blanco donde serán juzgadas
todas las personas.
Preguntas de Repaso
1. ¿Cómo interpretan este pasaje los que creen en el dispensacionalismo?
2. ¿Qué representa el período de mil años que aquí se menciona?
3. ¿Los mil años son literales o simbólicos?
4. ¿Dónde están reinando los redimidos que Juan ve aquí
en este período?
5. ¿De qué manera Satanás está atado durante estos mil años?
6. ¿Qué nos enseña 2 de Tesalonicenses
con respecto al misterio de la iniquidad?
7. ¿Cuando ocurre la primera resurrección?
8. ¿Por qué son bienaventurados los que han tomado parte
en la primera resurrección?
9. ¿Cuál es la diferencia entre la primera muerte y la
muerte segunda?
10. ¿Qué sucederá cuando Satanás sea soltado de su prisión?
11. ¿Cómo se interpreta el sitio de Jerusalén por los
ejércitos de Satanás?
12. ¿Qué ocurre cuando toma lugar la segunda venida de Cristo?
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