viernes, 24 de marzo de 2017

Estudio #22: El reinado de los santos Apocalipsis capítulo 20:1-10

Estudio #22: El reinado de los santos

Apocalipsis capítulo 20:1-10


I. Introducción
Si no hubiésemos estudiado este libro de la manera en que lo hemos hecho, de seguro tendríamos problemas con este capítulo de Apocalipsis. A raíz de este capítulo han surgido diversas interpretaciones de lo que llamamos la doctrina del milenio, o el reino milenial de Cristo. Los que creen en el dispensacionalismo interpretan este pasaje de manera literal afirmando que en el futuro se va a establecer un reino terrenal que literalmente durará mil años. Serán mil años donde Jesús gobernará desde Jerusalén sobre la tierra, donde Satanás estará atado durante ese tiempo e Israel se convertirá en la capital del mundo. Según su interpretación, este reinado milenial ocurrirá después de la venida de Cristo. Al final de estos mil años literales, Satanás volverá a ser soltado y reunirá a las naciones nuevamente contra Israel y contra Cristo.

La realidad es que esta interpretación no va a tono con la exégesis del pasaje ni la naturaleza simbólica del libro de Apocalipsis. Veremos que estos mil años representan un período largo de tiempo donde Satanás está limitado en su capacidad para hacer daño, y corresponde al período en que el evangelio se extiende en el mundo, o sea, la presente era cristiana.

II.  ¿Dónde ocurre el reinado de mil años?
En primer lugar, Apocalipsis 20:4 nos dice que Juan vio tronos donde se sentaron los que recibieron la capacidad para juzgar. Juan ve las almas de los mártires y los que no adoraron a la bestia ni al falso profeta. Note que Juan no vio cuerpos, sino almas. Esto obviamente ocurre en el cielo. Estas personas aún no han resucitado corporalmente. Están reinando con Cristo en el cielo, no en la tierra.

Durante este período, Satanás está simbólicamente atado. ¿Qué quiere decir esto? No olvidemos que Cristo derrotó a Satanás en la cruz; le asestó un golpe mortal, y libró a los escogidos de la potestad de las tinieblas. Su poder y su acción en este mundo están limitados por Dios mismo. Esto no quiere decir que Satanás no está activo en el mundo. Claro que lo está; pero su acción y su alcance se hallan restringidos por Dios hasta que llegue el tiempo en que se le  permita


hacer guerra contra los santos, y entonces por un poco de tiempo atacará con furia a los creyentes. Esto es lo que llamamos el período de la tribulación.

Esto concuerda con el texto de 2 Tesalonicenses 2:7, “Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida.” Pablo no dice específicamente quién lo detiene, y algunos han especulado con esto, pero lo importante aquí es que este misterio ya está en acción, aunque a la misma vez hay quien lo detiene. En este tiempo estamos viviendo en este período que va desde la muerte de Cristo en la cruz y durará hasta que se le permita a Satanás arremeter contra la iglesia. Este período de persecución será uno corto y terminará con la venida de Cristo.

Imaginemos a Satanás como un león amarrado con una larga cadena. Puede hacer daño, puede aún así devorar a los que se le acercan. Pero la cadena le limita en su radio de acción. Durante este período así mismo está Satanás. Pero en algún momento que Dios mismo conoce, esa cadena será desatada por un breve tiempo y el misterio de la iniquidad se manifestará en toda su magnitud. Ya hemos estudiado en estudios anteriores acerca de este período difícil para aquellos creyentes que estén viviendo en el mundo.

III.  La primera y la segunda resurrección

En este capítulo también se nos mencionan dos  resurrecciones.
¿Cuáles son y qué significan? La primera resurrección ocurre cuando una vida es regenerada. Por medio de la conversión, espiritualmente el pecador nace de nuevo; resucita a una vida nueva con Cristo. Aunque luego muera físicamente, esa muerte no interrumpe su vida espiritual. Estará reinando con Cristo en el cielo, en espera de su segunda resurrección. Esta segunda resurrección ocurrirá en la venida de Cristo cuando los muertos en Cristo resucitarán físicamente. Juan llama bienaventurados y santos aquellos que experimentan la primera resurrección porque la segunda muerte no tendrá potestad sobre ellos.
¿Cuál es la segunda muerte? La primera es la muerte física que experimentarán la mayoría de los cristianos. La segunda muerte, en cambio, es el lago de fuego y azufre que es el lugar de tormento y


separación eterna de Dios donde serán lanzados todos aquellos que no creyeron en Cristo ni le recibieron; esto lo vemos claramente en el versículo 14.

Si usted es un creyente, nacido de nuevo, es de esos bienaventurados. Usted ya está posicionalmente sentado en los lugares celestiales con Cristo. Por lo tanto, la segunda muerte no tendrá poder sobre usted porque su nombre ha sido inscrito en el libro de la vida del Cordero.

IV. Satanás es soltado de su prisión

Como hemos dicho, este período de apertura misionera, de avance del cristianismo no durará siempre. Llegará a su fin antes de la venida gloriosa de Cristo. Este será un tiempo particularmente duro y difícil para los creyentes fieles que estén en la tierra. Satanás reunirá a pueblos y naciones bajo su mano para perseguir a los santos. Aquí se nos menciona en particular a dos naciones: a Gog y a Magog. Si lo tomamos literal esto corresponde a Siria y a Turquía. Pero ya hemos visto esto mismo en pasajes anteriores de Apocalipsis representando a todas las naciones de la tierra y de hecho así lo indica el mismo pasaje.. Sin embargo, esto recuerda la persecución que sufrió Israel bajo los seléucidas en el corto reinado de Antíoco Epífanes. Antíoco fue un general griego, que conquistó palestina unos 300 años antes de Cristo y vino con esas naciones y fue un período bien difícil para los judíos. Juan echa mano de ese tiempo histórico como un símbolo de lo que habrá de acontecer durante este período.

Juan menciona también que este gran ejército rodea a los santos y a la ciudad amada. Pero esta no es la Jerusalén terrenal, sino que se refiere a la persecución contra la iglesia del Señor. Los dispensacionalistas toman esto de forma literal y por eso hablan de una guerra contra Israel en el tiempo de la tribulación, pero a la luz de la enseñanza bíblica de que Dios de ambos pueblos (judíos y gentiles creyentes) hizo uno solo, un solo rebaño y un solo pastor, esta interpretación carece totalmente de sentido.

Esta visión termina con la repentina venida de Cristo donde son consumidos todos los enemigos de la iglesia y Satanás el engañador es lanzado al lago de fuego y azufre para ser atormentados por toda la eternidad.


En la próxima lección seguiremos estudiando este interesante capítulo 20 de Apocalipsis y veremos la visión del gran trono blanco donde serán juzgadas todas las personas.

Preguntas de Repaso


1.  ¿Cómo interpretan este pasaje los que creen en el dispensacionalismo?
2.  ¿Qué representa el período de mil años que aquí se menciona?
3.  ¿Los mil años son literales o   simbólicos?
4.  ¿Dónde están reinando los redimidos que Juan ve aquí en este período?
5.  ¿De qué manera Satanás está atado durante estos mil años?
6.  ¿Qué nos enseña 2 de Tesalonicenses con respecto al misterio de la iniquidad?
7.  ¿Cuando ocurre la primera resurrección?
8.  ¿Por qué son bienaventurados los que han tomado parte en la primera resurrección?
9.  ¿Cuál es la diferencia entre la primera muerte y la muerte segunda?
10.  ¿Qué sucederá cuando Satanás sea soltado de su  prisión?
11.  ¿Cómo se interpreta el sitio de Jerusalén por los ejércitos de  Satanás?

12.  ¿Qué ocurre cuando toma lugar la segunda venida de Cristo?

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