miércoles, 22 de marzo de 2017

Estudio #6: Primera visión: el trono de Dios Apocalipsis capítulo 4:1-1

Estudio #6: Primera visión: el trono de Dios

Apocalipsis capítulo 4:1-1


I.  Introducción
Con este capítulo 4 de Apocalipsis Juan comienza a describir las visiones que recibe de parte de Dios. Recordemos que no es una sola visión, sino que este libro consta de la descripción de una serie de revelaciones o visiones que Juan tuvo en la isla de Patmos. En estos capítulos 4-5 tenemos la visión de la gloria de Cristo. De las siete iglesias que están en la tierra, ahora pasamos al cielo donde Juan sube hasta allí (recordemos que es una visión, no significa literalmente que ascendió al cielo) y allí ve el trono de Dios. Podemos comparar esta visión con la que tuvo el apóstol Pablo (2 Co. 12).

Estos versículos del 1-11 Juan describe su visión del trono de Dios. En él está sentado el Soberano de todo del universo. Juan no abunda mucho sobre su aspecto, pero lo compara con el brillo de dos piedras preciosas: el jaspe y la cornalina. Estas son piedras sumamente brillantes.

Este trono tiene un significado muy importante. En medio de las circunstancias difíciles en el mundo: el aumento de la maldad, el caos que se manifiesta sobre la tierra, Dios está sentado en su trono y está al control de todo lo que ocurre. El Dios de la creación llevará a cabo sus planes según sus designios y su soberana voluntad.

Juan da una descripción bastante detallada del trono de Dios. Alrededor del mismo hay 24 tronos y en ellos hay sentados 24 ancianos.
¿Quiénes son estos ancianos? Recordemos que los números tienen un significado bien importante en la profecía bíblica. El número 12 y sus múltiplos es uno que se utiliza constantemente en el Apocalipsis (el 24, el 144). Este número representa al número de los escogidos; los redimidos de todos los tiempos. En este caso tenemos 12 + 12. Según algunos intérpretes, significa a los 12 profetas del AT junto a los 12 apóstoles del NT.


Están vestidos de ropas blancas y con coronas en sus cabezas. Esta descripción de las ropas blancas y las coronas confirma que se trata aquí de los redimidos. Más adelante veremos exactamente la misma descripción aplicada a la multitud incontable que está adorando a Cristo alrededor de su trono. Las coronas representan que estas personas están reinando; son reyes y sacerdotes de Dios porque están alrededor de su trono. Del trono de Dios salen relámpagos y truenos y voces. Recordemos que en el AT cuando Dios de manifestó en el monte Sinaí, el monte ardía y sobre él había relámpagos y truenos (Ex. 19:16-20). Esto representa la gloria misma de Dios manifestada sobre su trono.

Delante del trono hay siete lámparas de fuego las cuales representan los siete espíritus de Dios. Estos siete espíritus se mencionan en Apoc. 1:4 por primera vez, y habíamos explicado que significa el Espíritu Santo. Aquí vemos el uso del número siete que significa la totalidad, lo completo y la perfección.

Luego aquí en el versículo 6 Juan nos habla del mar de vidrio semejante al cristal. Esta es una metáfora para hablar de un mar que es quieto como si fuera de vidrio o de cristal. Luego, alrededor del trono nos presenta a 4 seres vivientes llenos de ojos delante y detrás. ¿Qué significa esto? Estos cuatro seres vivientes representan los atributos o cualidades de Dios. Estos seres no son animales reales, sino simbólicos. El león representa su majestad y poder. El becerro, la fidelidad de Dios, el hombre, la inteligencia y el águila, su soberanía. Estos seres adoran a Dios y le exaltan, lo cual representa que sus atributos dan gloria, exaltan la grandeza de Dios.

Finalmente los 24 ancianos se postran delante del trono de Dios y arrojan sus coronas delante del Señor, dándole gloria y honor. Este acto de arrojar las coronas representa que los redimidos reconocen que aún las recompensas que ellos han recibido no les pertenecen. Todo se lo deben al Señor por lo cual no se sienten dignos de ser recompensados.

Como dijimos anteriormente, esta visión del trono es muy importante para entender todo lo demás en este libro. Nos muestra que Dios está sobre todas las cosas, sean gobiernos, tribus y pueblos, sobre todo el universo y todo lo creado. Es el Señor de la historia, y como tal tiene pleno dominio sobre lo que sucede. Esto es importante entenderlo porque en medio de un mundo en caos, nos da la impresión que las cosas están fuera de control; que Satanás y los malvados están ganando


la batalla. Pero todo lo que está sucediendo no es sino parte del designio de Dios. Podemos ver un paralelismo aquí con Israel en Egipto. Faraón tenía poder y autoridad y aumentó su opresión contra los israelitas cuando Moisés le habló de liberar al pueblo de Dios. Sin embargo, la Palabra nos muestra que toda esa situación estaba bajo el control de Dios (Éx. 4:21, Ro. 9:17). De la misma manera, todo lo que habrá de suceder en el mundo es parte de los propósitos y los planes que Dios ha decretado. Aún las pruebas y dificultades que la iglesia de Dios habrá de enfrentar en los tiempos del fin son permitidas por Dios y en medio de ellas, Él se glorificará.

Preguntas de Repaso


1.  ¿Por qué es importante esta visión del trono de Dios? 2, ¿Qué es lo que la misma  significa?
3.  ¿Qué representan los 24 ancianos que están alrededor del  trono?
4.  ¿Qué representa las siete lámparas de fuego?
5.  ¿Qué representan los cuatro seres vivientes?
6.  ¿Por qué los 24 ancianos arrojan hacia el trono de Dios sus coronas?
7.  ¿En qué se relaciona esta visión con la soberanía   divina?

8.  ¿En qué se asemeja este tiempo de tribulación con el período de Israel en Egipto?

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